En el vasto universo de las series de televisión, pocas han logrado capturar la esencia de un personaje secundario y convertirlo en el protagonista de una narrativa tan rica y compleja como lo ha hecho Better Call Saul. Esta precuela de Breaking Bad no solo ha cumplido con las altas expectativas de los fans, sino que, en muchos aspectos, las ha superado.
Un viaje al origen de Jimmy McGill
Better Call Saul nos sumerge en la vida de Jimmy McGill, un abogado luchador y carismático que, con el tiempo, se transformará en el astuto y moralmente ambiguo Saul Goodman. La serie, creada por Vince Gilligan y Peter Gould, explora con maestría los matices de su personalidad, mostrándonoslo como un hombre lleno de contradicciones: un alma ingenua y ambiciosa, un bromista con un corazón de oro, pero también alguien dispuesto a cruzar líneas éticas para conseguir lo que quiere.
A lo largo de sus seis temporadas, la serie nos lleva por un viaje emocional que no solo explica cómo Jimmy se convierte en Saul, sino que también profundiza en su relación con Kim Wexler (interpretada por la brillante Rhea Seehorn), una abogada tan talentosa como complicada, cuya dinámica con Jimmy es uno de los pilares emocionales de la serie.
Un elenco impecable y una dirección magistral
Bob Odenkirk, en el papel principal, ofrece una actuación que es simplemente magistral. Su capacidad para transmitir la vulnerabilidad, el ingenio y la transformación gradual de Jimmy/Saul es un espectáculo en sí mismo. Junto a él, el elenco secundario brilla con igual intensidad: Michael McKean como Chuck McGill, Jonathan Banks como Mike Ehrmantraut y Giancarlo Esposito como Gus Fring aportan capas adicionales de profundidad a una historia ya de por sí fascinante.
La dirección de la serie es otro de sus puntos fuertes. Cada plano, cada secuencia, está cuidadosamente pensada para transmitir emociones y avanzar la trama sin necesidad de diálogos innecesarios. La fotografía, los colores y la música se combinan para crear una atmósfera que es a la vez familiar y única, conectando Better Call Saul con el universo de Breaking Bad mientras mantiene su propia identidad.
Más que una precuela: una obra independiente
Aunque Better Call Saul está intrínsecamente ligada a Breaking Bad, la serie se sostiene por sí misma como una obra independiente. No es necesario haber visto la serie original para apreciar la profundidad de sus personajes y la complejidad de sus tramas. De hecho, en muchos aspectos, Better Call Saul supera a su predecesora en términos de desarrollo de personajes y narrativa.
Better Call Saul no es solo una precuela exitosa; es una de las mejores series de televisión de la última década. Con una escritura impecable, actuaciones sobresalientes y una dirección que eleva el estándar del género, la serie ha demostrado que las historias secundarias pueden ser tan fascinantes, si no más, que las principales.
En sinfuste.com, no podemos dejar de recomendar esta mandanga televisiva.
Si tienes problemas con la mandanga o lo que sea, ya sabes…mejor llama a Saul
